Esta extraordinaria flor africana es apreciada para todo tipo de usos, desde la nutrición hasta el cuidado personal. Esta materia prima, cultivada de forma sostenible en Burkina Faso, se utiliza en la fabricación de nuestro complemento alimenticio, pero ahora reutilizamos la fracción no retenida en la cromatografía en un nuevo activo: los ácidos de hibisco.